En la noche, solo nos divisamos vos y yo. Como si estuviera todo deshabitado, entrecruzados nos sumergimos en la cada vez menos mortífera agua invernal
dándonos aire mutuamente
solos nos creemos perplejos
al perder la noción de que el mundo que camina al lado nuestros cuerpos está esperando la menor equivocación
a veces quiero que no me molestes
pero hoy, te necesito tanto...

El viento se aviva en tu última noche.

Porqué se tiene que ir no lo sé
sabe que creo en su poder
Porqué se tiene que ir no lo sé
que me espere es febrilmente necesario
Porqué se tiene que ir no lo sé
es llamada y me abandona

La hoz logra hacerme caer.

Tus gotas en mi piel
esta herida por transmisión
yo no la merecía
pero la hoja afilada me atravesó el corazón
y te salvó
Abrazame antes que me evapore
como tu última canción
como tu último beso antes de pronunciar: adiós

Tus gotas en mi piel
lamélas, absorbélas
con la dulzura que nos conocemos
vos y yo
Estoy herida por transmisión
ahora merezco morderte yo
sentimos que lastima
pero los incontenibles impulsos...
¿Llegaré al próximo encuentro?
¿sabrás volar sin mí?

Somos opuestos
ahora merezco morderte yo
tanto que si no cedo
te morís, vos
y así, continuar será tenebroso...

Ya es inevitable sentir el rigor
de las lagrimas
del sudor
de la sangre
fluyen tan confundidas
en este paisaje circular gris-verdoso
coro de voces sepulcrales
hermosas, femeninas
entrego mi sudario
es mi vida
y hoy,
te salvás,
vos.



(...Venimos a este lugar
cayendo a través del tiempo
la Muerte ha venido
paz he encontrado)

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